Ya era usuaria de Facebook y hace poco abrí mi cuenta en Twitter. Un buen dia, en mi cronología apareció un tweet de la revista Muy Interesante en el que se afirma que las redes sociales tienen el mismo efecto que un beso: suben la oxitocina con lo que nuestra sensación de felicidad aumenta. De repente todo se volvió meridianamente claro ¡Dios mio, por fín lo comprendo todo! esa emoción ante un RT, ese orgullo que produce el incremento de followers en esa lista que vas observando como quien observa crecer su cosecha; esa punzada ante un unfollow ¿porque? ¿pero yo que le he hecho para que me deje??; ese subidón cuando te responde aquella celebridad a la que sigues y fríes a tweets... vamos, alimento de primera para el ego.
¡Que peligro y que prueba tan determinante para tu autoestima! eso sin contar con lo repelentísma que te pones en tu círculo real; lo detestable que puedes resultar con la cara pegada a la pantallita del móvil ó del pc durante horas y horas...
Esta mañana en el tren, mi móvil se ha apagado con un cibernético suspiro de su exhausta batería a la mitad de mi TL y yo me he quedado sola ante la realidad, y me ha gustado, me ha fascinado, los colores tienen una definición magnífica, las imágenes son todas en 3d, y el sonido... ¡el sonido es tridimensional y envolvente!.
De repente un muchacho africano de piel color antracita, se ha levantado de su asiento; era tan alto que sobrepasaba la bandeja del equipaje, delgado y despacioso como una jirafa, se ha acercado a otro chico africano y le ha saludado con un gesto conmovedor para mi mirada occidental: ha cogido la mano derecha del muchacho, se la ha llevado a la frente y luego al corazón, ¡me pareció tan bonito! era como si le estuviera diciendo que le llevaba en la mente y el corazón, me hizo pensar en nuestra cicatera manera de relacionarnos, tan escasa de contacto físico y de empatía; ¡no me extraña que necesitemos las caricias virtuales de internet!.
He decidido conectarme lo justo, ahora es cuando tengo que determinar qué es lo justo, claro, pero eso ya es otra película. Nos vemos en las calles o nos leemos por las redes!!
un tweet nos da la felicidad? enlace al artículo de Muy Interesante
Me identifico con tus palabras, como siempre sabias; un subidón para la autoestima. No pienso dejarlo!! Gracias a facebook y al hotmail me siento muy cerquita de muchas personas y como siempre fué más facil escribir que hablar, a la hora de expresar nuestros sentimientos, he visto a personas abrir su pecho en canal y hablar...que bello!! No me importa que piensen que soy sensiblona y debil o una ilusa, llenarme de amor me llena de fuerza para ganar todas las batallas!!
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