domingo, 4 de enero de 2015

Confesiones de una ciclista urbana

Recupero éste texto que publiqué como comentario en el excelente blog "El de la bici", del cual podéis encontrar un enlace más abajo:










Yo también he pedaleado y pedaleo, irredenta. Es lo que me pone una sonrisa en la cara a diario, es lo que hace que ir al trabajo cada dia sea cómo un domingo por unos minutos. Confieso que he llegado cargada de energía, con la luz del sol a cuestas, con los aromas de las hierbas del campo por donde paso, los cantos y graznidos de las aves que pueblan el rio al lado del cual pedaleo.
Confieso que no llevo casco y los señores mayores vestidos de marcianos multicolores me han llamado la atención por ello, Que mi bici lleva alforjas, luces, timbre y guardabarros, y unas ruedas enormes. 
Confieso que he descubiertos rincones de mi ciudad que ni sospechaba cuando iba en coche ó en metro, y me han encantado, y me tomo un café en la plaza Massadas y me parece estar en un pueblito...
Confieso que he buscado las mejores rutas, preferentemente en zonas con poco tráfico, respetando la prioridad de los peatones y muchas veces he intercambiado saludos, sonrisas y frases amigables con ellos.
Confieso que tengo que aceptar pacientemente que me llamen poco menos que heroína por hacer algo que me encanta "vienes a trabajar cada dia en bici??? desde tan lejos???" 
Confieso que he perdido la paciencia con algunos amigos que opinan que somos un estorbo y un peligro y nos creemos súper-guays-enrollados-alternativos por ir en bici y en realidad somos unos pedantes, La envidia que es muy mala!
Y por último confieso que he contagiado a mi marido y también ha caído preso de la felicidad sobres ruedas.





El de la bici: confieso que he pedaleado

No hay comentarios:

Publicar un comentario